jueves, 7 de noviembre de 2013

7/11/13

Que tus peores pensamientos se hagan realidad, a eso lo llamo vivir una pesadilla. Estaba casi segura que ya había pagado mi cuota con el karma por haberte amado con locura cuando no debía, tan errada la niña...

Tengo el dolor y las lágrimas frenadas en el pecho, me he prohibido sufrir, me he prohibido llorar.

Y es que anoche soñé que lo lograbamos, que sobrevivíamos las inclemencias de estos tiempos tormentosos, y que algún día estaríamos juntos. Imaginé que vivíamos bajo un mismo techo, que éramos un gran equipo, yo tu fortaleza y tu la mía, que teníamos una pequeña familia, que éramos felices viviendo del fruto de nuestro trabajo e ingenio.

No pienso entrometerme en tus decisiones, no viviré con tu infelicidad a cuestas. Pero así como algún día hace unos 8-6 meses imaginé este momento, hoy imagino nuestra pronta rotura cuando vivas en el extranjero. Si los mundos ingrávidos de una ciudad tercermundista a 2 horas en autobús te han .desconcertado, las nuevas historias de nuevos y deslumbrantes paisajes, te cambiarán para siempre. 

Se que sufriré tu pérdida con desgarro, ya la sufro a pesar de mis prohibiciones. Se que pasaré años de soledad mitigando tus memorias sobre mi piel, a la que le enseñaste a ser tocada. Se que jamás olvidaré tu mirada enamorada de largas pestañas. Pero el día que rehaga mi vida sin ti, le deberé mi felicidad a tu recuerdo.

Hoy le digo adiós a mis sueños secretos que nunca te conté. Hoy me quedo sola por dentro, aunque tu, eso no lo sabes. 

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