La vida se nos fue complicando, ya no sabes si me amas o te amo.
No tienes idea del amor quemante, completo;
se nos perdió en el intento de ser perfectos.
Ya no te llaman estos versos incompletos,
estos que inician de golpe sin introducción.
No te quita el sueño una conversación, un roce, un respiro.
Que no soy tu luz, que no soy tu mano;
que no soy tu sueño, que no soy tu candor.
Que ya no ves mis colores, mis valles y montañas.
Que no es una aventura tenerme...
que te da miedo el ´´para siempre´´
Y yo tan frágil, tan clara, tan agua.
Tan flexible, tan humana, tan débil en ti.
Tampoco se si es destino o lucha.
Perdí la cuenta en mis intentos de salvarte,
en mi supuesta creencia de que podía inspirarte.
Me creí tu musa, una Gala del artista.
Me sentía tu Genista y tu sexo.
Era el sexo y el abrazo, el perfecto balance entre lo dulce y lo agrio.
Fuimos pluma danzarina, un crucero transatlántico.
Desvío, desborde, desorden, pureza.
Sonido, gemido, silencio y beso.
Seremos incógnita irreconocible,
almofar oxidada encima de labios cerrados.
Seremos víctimas y verdugos.
Dolor, dolor, dolor...
Seremos un rasguño en la historia...
Y yo, me sigo negando a odiarte.
Te veré desde lejos si es necesario,
caer o subir en tus pisos cerrados.
Te veré envejecer aunque sea a millas.
Y te querré siempre, a pesar de esta despedida.
No tienes idea del amor quemante, completo;
se nos perdió en el intento de ser perfectos.
Ya no te llaman estos versos incompletos,
estos que inician de golpe sin introducción.
No te quita el sueño una conversación, un roce, un respiro.
Que no soy tu luz, que no soy tu mano;
que no soy tu sueño, que no soy tu candor.
Que ya no ves mis colores, mis valles y montañas.
Que no es una aventura tenerme...
que te da miedo el ´´para siempre´´
Y yo tan frágil, tan clara, tan agua.
Tan flexible, tan humana, tan débil en ti.
Tampoco se si es destino o lucha.
Perdí la cuenta en mis intentos de salvarte,
en mi supuesta creencia de que podía inspirarte.
Me creí tu musa, una Gala del artista.
Me sentía tu Genista y tu sexo.
Era el sexo y el abrazo, el perfecto balance entre lo dulce y lo agrio.
Fuimos pluma danzarina, un crucero transatlántico.
Desvío, desborde, desorden, pureza.
Sonido, gemido, silencio y beso.
Seremos incógnita irreconocible,
almofar oxidada encima de labios cerrados.
Seremos víctimas y verdugos.
Dolor, dolor, dolor...
Seremos un rasguño en la historia...
Y yo, me sigo negando a odiarte.
Te veré desde lejos si es necesario,
caer o subir en tus pisos cerrados.
Te veré envejecer aunque sea a millas.
Y te querré siempre, a pesar de esta despedida.
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